viernes, 8 de enero de 2016

¿Feliz Año?... Feliz vida nueva

                                                                                                     

                                                                                                                        8 de enero.

Un año más.
Enero de 2016.
Año nuevo, vida nueva.

 Es lo que suele decirse en estas fechas. Y como un tópico, nuestra vida se convierte en  un libro repleto de hojas en blanco dispuesto a ser escrito con experiencias nuevas por vivir,  con renovadas ilusiones y esperanzas,  todo ello con el único y definitivo  objetivo de SER MÁS FELICES.

¿En dónde ponemos nuestras expectativas?, ¿hacia dónde dirigimos la mirada?, ¿cuáles son nuestros objetivos?, ¿cómo alcanzar nuestros sueños?
Lo que sí está claro es que al comienzo del año  se nos pasan por nuestra cabeza nuevas metas y nacen en nuestro corazón deseos de alcanzar de una vez por todas nuestros sueños.

 Somos cada vez más conscientes de que el tiempo pasa y aunque creamos que nos queda toda una vida por delante para alcanzarlos, lo cierto es que los días transcurren  segundo a segundo sin pararse para poder  mirar atrás y es entonces,  al renovarse el año nuevo,  cuando nos preguntamos una vez más ¿A qué estamos esperando para llevar a la práctica nuestros propósitos?, ¿Qué más nos  hace falta para ponernos en el camino que nos lleve hacia nuestros sueños?

La mayoría de las veces, esos sueños se quedan en nuestro corazón sin atreverse a alzar el vuelo, simplemente porque creemos que no somos capaces de conseguirlo. ¿Por qué? ¿Tenemos miedo?
¿A qué tenemos Miedo? ¿Qué es lo que nos lo impide?

Estás son algunas de  las preguntas que  deberíamos hacernos una vez que tengamos definido cuál o cuáles son nuestras metas, si es que realmente queremos lograrlas.

Puede que algunas respuestas a los anteriores interrogantes sean:  la rutina, la falta de tiempo, la  creencia de que no podemos alcanzar los objetivos propuestos  porque  nos veamos incapaces de llevarlos a cabo porque pensemos que son imposibles,  la pereza ante el esfuerzo que nos supone salir del estado de confort en el que nos encontramos, nuestro trabajo,,.. y podría seguir enumerando unas cuantas  razones más  que nos impiden conseguir aquello con lo que soñamos.

Pues, todas ellas no son razones,  sino excusas limitadoras,  que si nos parásemos a sentir desde el fondo de nuestra alma, sabríamos a ciencia cierta, que somos nosotros y nadie más, aunque carguemos con la responsabilidad a otros,   los que nos negamos a  echarnos a volar  con  las alas de nuestra propia creación y  que es   ese libro con páginas en blanco que ansía ser escrito con palabras multicolores, pero que tanto nos empeñamos en postponer su narración para un momento  mas adecuado, y que,  no   nos engañemos, nunca llegará a no ser que nos comprometamos  firmemente, dando  un  primer paso que inicie el camino hacia nuestro sueño, hacia  nuestra  felicidad.

Puede que muchos de vosotros estéis pensando que los sueños son distintos en cada persona, Unos, querrán tener más dinero para tener esto o aquello; algunos,  en conseguir una vida sencilla y cómoda sin demasiadas pretensiones;  muchos,  andan buscando el amor rodando por el mundo sin saber que solo tienen que buscar dentro para encontrarlo;  unos pocos,  en alcanzar la fama que les otorgue el reconocimiento de los demás, hay quienes no saben qué buscar,  y como no, otros que sueñan   en lanzarse al mundo para descubrirlo y crecer en él.

Sí, efectivamente son sueños diferentes, tantos como personas habitamos en este planeta, pero todos y cada uno de ellos confluyen en una única meta:  la ansiada felicidad y tengo que añadir  que unos la buscan más acertadamente que otros, e incluso, los hay que  se niegan a concebirla, negándose desde ese mismo instante,  al gozo de la misma.

Y así vamos sobreviviendo nuestra vida, más que viviéndo.  Vemos  cómo transcurre y se nos escapan de las manos las oportunidades, esperando quizá a otro momento más oportuno, para decidirnos a iniciar el camino,  sin ser conscientes de que la felicidad se encuentra en  el camino en sí de nuestra propia  vida, con  todas y cada una de las experiencias del día a día;  con todas y cada una de las personas que nos cruzamos en ella. Experiencias, que es totalmente cierto,  que nadie nos enseñó a valorarlas como auténtica fuente de sabiduría. Personas,  que, verdaderamente,  nadie nos dijo que estaban ahí para mostrarnos un nuevo sendero en el camino, auténticos maestros y maestras. En definitiva, no  se nos permitió a través de una autentica educación de autodescubrimiento   hacernos conscientes de nuestros dones y desarrollarlos, para vivir una vida plena y feliz   disfrutando de ella  y deleitarnos en   este hermoso planeta.

Ahora, y después de lo expuesto hasta aquí,   os  invito a reflexionar,  si ¿tal vez,  sea esta la razón por la que no nos sintamos capaces de ser creadores de una vida feliz? ¿Acaso se nos cortó las alas antes de echar nuestros sueños a volar? Y si es así, y nos damos cuenta finalmente de ello, ¿qué podemos hacer en el momento en que estamos para regenerar nuestras energías y motivarnos para vivir la vida desde el momento AQUÍ Y AHORA, sea cual sean nuestras circunstancias?

 Os animo, y sé que es difícil, aunque no imposible,  hablando desde mi humilde  experiencia si me lo permitís, a iniciar ese camino, a dar ese primer paso para el logro de cualquier sueño y, no es más  que  os decidáis  a adoptar resolutivamente una actitud positiva ante las situaciones menos amables, no viviéndolas como  experiencias  traumáticas, sino como auténticas oportunidades para el  crecimiento personal, y también aprendáis a mirar a las personas que se os crucen en vuestra vida como verdaderos maestros en los que veros reflejados.

Por supuesto esto sería mucho más fácil si comenzásemos  a amarnos a nosotros mismos. Sí, algo tan sencillo y que sin embargo nos cuesta tanto porque tampoco se nos permitió, ni se nos enseñó.

Y ¿qué se nos permite? Tenemos pocas opciones.  Nos consideramos con poca libertad ¿no es cierto? Tal vez, todo depende de si queremos empezar en este mismo instante a sonreirnos, a nuestra vida, a nuestras circunstancias, a nuestra gente,

Yo, Ahora, en este mismo instante, iniciando y compartiendo  este  nuevo blog, quien sabe si con él y las reflexiones que nazcan aquí, pueda   aportar  y crear  consciencia entre vosotros y vosotras para  una nueva forma de educar y crear vidas plenas, sacando de dentro hacia fuera y no de fuera hacia dentro, que es, en definitiva  como se viene haciendo desde la revolución industrial hasta ahora, imposibilitando una verdadera educación libre y creadora. Una que eduque para vivir en la FELICIDAD.

5 comentarios:

  1. Un texto muy bonito y certero.Enhorabuena por el blog e iniciar este camino.
    Un beso
    Carmen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carmen, Muchas gracias también a ti por tu comentario y tu apoyo.
      Seré verdaderamente feliz si realmente este blog cumple con su cometido entre los que lo lean, que no es ni más ni menos que crear consciencia para lograr vidas felices.
      Abrazo de corazón a corazón.

      Eliminar
  2. Una manera sencilla y bella de describir el camino de la vida, el camino a la felicidad. Con tu permiso comparto en mi blog (simeinvolucrasaprendo.blogspot.com) y en mi página de Facebook (la clase de Rocío). Me ha encantado

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi gratitud Rocío.
      Tienes mi permiso, claro que sí
      Abrazo de corazón a corazón

      Eliminar
  3. Cuanta razón tienes ¡!!!. Pero darse cuenta ya es algo importante. Enhorabuena por el blog. Me ha encantado leerte.
    Un beso.

    ResponderEliminar